Exilio

Aunque el paso era firme, los sentimientos estaban a punto de romperse. No sabía si hacía lo correcto, es más, ya ni siquiera se lo cuestionaba. Sólo tenía la certeza de que debía hacerlo; ¿destino? Quizá… el punto era que ya estaba ahí y no había vuelta de hoja.

The wise man said just walk this way, to the dawn of the light. The wind will blow into your face as the years pass you by…

Cuando volvió la mirada, vio a las personas más importantes en su vida con una sonrisa muy forzada pintada en el rostro. Sentían dolor; sin embargo, sabían que no podían detenerlo. Ley de vida. Todo está en constante movimiento y el cambio es inevitable.

Al escuchar los motores del avión, fue imposible sentir angustia. No era miedo a volar, no. Era la incertidumbre que se avecinaba, lo inevitable de preguntarse qué seguía, qué le esperaba y si volvería. La última imagen que vio de su ciudad fue un conglomerado de luces que, alegres, se despedían de él. Momento contrastante.

Muchos pensamientos atravesaron su mente. Dudas, cuestionamientos, miedos y sentimientos encontrados.

Hear this voice from deep inside, it's the call of your heart… Close your eyes and your will find the passage out of the dark…

­­­Cerró los ojos y dio vuelta a la página. Atrás quedaban muchas cosas buenas y malas; sin embargo, ya todo era parte del pasado y el pasado no regresa, claro, desde su perspectiva.

El viaje transcurrió entre pequeños sueños interrumpidos por la azafata para avisar de la cena y el desayuno. Finalmente, cuando despertó, el cielo estaba claro y la voz anunció la llegada al destino: el Aeropuerto de Barajas.

Here I am, will you send me an angel? Here I am, in the land of the morning star…

Al caminar por el pasillo, se sentía embotado, como si estuviera en un sueño. “Y de ese sueño nunca quiero despertar”, pensó. Estaba en Europa, contra viento y marea, contra sentimentalismos, contra todo, pero ahí estaba.

El primer contacto con Madrid no fue el más perfecto. El sentimiento de angustia por estar en un sitio completamente desconocido era inevitable; sin embargo, sabía perfectamente que ante las circunstancias, lo peor que podía hacer era asustarse.

En el metro sintió como si estuviese en un universo paralelo. Quizá en parte por el cansancio del viaje, el temor y la emoción de estar en ese lugar; además, el hecho de que los trenes corrieran a la izquierda y no a la derecha, como estaba acostumbrado a ver, le parecía fuera de la realidad.

Al salir de la estación y caminar rumbo a la casa en la que se quedaría una buena amiga que lo había acompañado, pensó que esta vez no se trataba de uno de esos locos sueños que su mente suele crear noche tras noche. No, esta vez estaba solo y lejos de casa en plena realidad.

The wise man said just find your place in the eye of the storm. Seek the roses along the way just beware of the thorns

Cuando ambos encontraron el domicilio, timbraron y no recibieron respuesta, comenzó a preocuparse. Más aún cuando se dio cuenta que no había forma de entrar a su cuenta de correo y anotar el número telefónico de un amigo que le tendería la mano para esos primeros días en Madrid.

Here I am, will you send me an angel? Here I am, in the land of the morning star…

La sensación de estar en plena calle, con cuatro maletas, sin haber comido y con la gente mirándolos como extraños, le hizo un nudo en la garganta. Imaginó ver, a lo lejos, a las dos figuras que más ama, caminando sobre la acera en dirección a él, sonrientes y con una mueca de paz y tranquilidad. Los ojos se tornaron vidriosos; sin embargo, la invitación a fumar un cigarro cortó el drama que se avecinaba.

The wise man said just raise your hand and reach out for the spell. Find the door to the promised land… Just believe in yourself!

Pasaron cuatro horas, tres cigarros y una barra de amaranto, que fue el único alimento de ese día, hasta que la persona que buscaban apareció. Se grabó el nombre: Marina, quien los invitó a pasar, les ofreció una cerveza y les permitió comunicarse a sus casas para avisar que estaban bien. Bendita internet.

Hear this voice from deep inside it's the call of your heart. Close your eyes and your will find the passage out of the dark…

Marina no tuvo inconvenientes en hospedarlos. Esa noche, se acostó pensando que “en su mundo” apenas iniciaba el día y para él, ya terminaba. Antes de cerrar los ojos, agradeció el estar bien, el llegar a salvo y el tener un sitio para pasar la noche…

“Mándenme un ángel”, dijo en voz baja al tiempo que elevó una plegaria… El reto ahí estaba y no había de otra. En su mente resonó una trillada frase mexicana: O te aclimatas o te aclimueres… Más que nunca entendió el significado y fuerza de tales palabras.

Here I am, will you send me an angel? Here I am, in the land of the morning star…

Y los ángeles, comenzaron a llegar. De hecho, uno lo acompañó durante toda la travesía, los demás llegarían de manera progresiva… “Y aquí estoy…”, volvió a decir en voz baja. Escuchó en su mente los acordes de Scorpions y poco a poco se quedó dormido. Era sólo el inicio…

En cursivas: Send me an Angel de Scorpions; Crazy World, 1990

0 comentarios:

Publicar un comentario

La mente abismal

Mi foto
Madrid, Spain
"Pese a todas sus imperfecciones, admiro al ser humano... soy un humanista, tal vez el último" John Milton (Satanás), El Abogado del Diablo

Sobre el abismo...

Pareciera tarea fácil definir o explicar qué es un abismo; sin embargo, la palabra encierra muchos conceptos. La explicación más simple y común lo define como "Infierno"

Hay quienes lo catalogan como un "gran espacio peligroso, cuya profundidad es vasta".

Otra definición lo califica como algo "inmenso, insondable o incomprensible" o también se le considera la "gran diferencia u oposición entre personas, ideas o cosas".

¿Acaso no todos esos calificativos describen nuestra realidad?

No es sino el propio humano quien ha acrecentado el tamaño del abismo con sus contrastantes sentimientos y cambios de humor.

Irónicamente estamos en medio de un vacío, rodeados de personas tanto o más solitarias que nosotros mismos.

Seguidores

Eres el visitante